La próstata es una glándula que produce el líquido seminal, que nutre y transporta al esperma.

El cáncer de próstata es el segundo cáncer más frecuente y la quinta causa de muerte por cáncer en el mundo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en México el cáncer de próstata es el cáncer más mortífero en hombres.

Se sabe que uno de cada ocho varones tendrá cáncer de próstata, y uno de cada 40 morirá a causa de este. Suele ser de crecimiento lento y se limita inicialmente a la glándula prostática.

Existen varios tipos de cáncer de próstata, con diferentes pronósticos, el más frecuente es el adenocarcinoma de próstata.

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El cáncer de próstata tiene muchos factores pronósticos, sin embargo, sin duda el más importante es una detección temprana. Las pruebas de detección temprana consisten en una exploración prostática con un tacto rectal realizada por un Urólogo, y la toma de antígeno prostático.

El antígeno prostático desde los años 90’s ha tenido un gran impacto en detección de pacientes con cáncer, disminuyendo la mortalidad a un 2.5%1 , de esta forma, las personas que acuden con un urólogo de manera regular a realizarse estudios de escrutinio, tienen 30% menos probabilidades de morir por cáncer de próstata2.

Existe controversia entre diferentes entidades de salud en el mundo respecto a la edad para iniciar el escrutinio para cáncer de próstata, en México, la Norma Oficial Mexicana indica que se debe de inicial a los 45 años, y si existen factores de riesgo, desde los 40 años.

Existen varios factores de riego que pueden afectar la incidencia de cáncer de próstata, algunos son los siguientes:

Edad. Indudablemente es el mayor factor de riesgo no modificable respecto al cáncer de próstata, ya que el riesgo es directamente proporcional a la edad.

Raza. Existe diferencia de frecuencia según al grupo étnico al que pertenezca, la raza hispana son el tercer grupo étnico más afectado por este tipo de cáncer, después de la raza afroamericana y caucásica.

Antecedentes familiares. el cáncer de próstata tiene un componente familiar importante. El riesgo de tener la patología es directamente proporcional al número de familiares afectados, e inversamente proporcional a la edad de presentación en dichos familiares. El riesgo se encuentra hasta 9 veces incrementado si se tienen familiares mujeres afectados con cáncer de mama, asociados a la mutación del gen BRCA 1 y 2.

Inflamación e infección. La inflamación crónica que lleva a la proliferación celular para sustituir el tejido dañado, incrementa el riesgo de padecer diferentes tipos de cáncer, dentro de los que se encuentra el cáncer de próstata. La presencia de inflamación crónica en una biopsia de próstata se asocia a mayor riesgo de padecer cáncer de este órgano3, aunque esto último puede ser controversial.

Las manifestaciones clínicas del cáncer de próstata pueden ser:

Locales. Derivadas del crecimiento prostático. Se pueden también observar en pacientes con crecimiento prostático benigno. Incluyen:

  • Dificultad para comenzar a orinar.
  • Mayor frecuencia y urgencia para orinar, emitiendo en general, una escasa cantidad de orina (polaquiuria).
  • Aumento de las veces que se va a orinar por la noche, obligando al paciente a levantarse varias veces (nicturia).
  • Disminución de la fuerza del chorro de la orina.

Otros síntomas relacionados con el crecimiento de la próstata pueden ser, disfunción eréctil (impotencia), emisión de sangre con la orina o al eyacular, una mayor frecuencia de infecciones de orina y la posibilidad de una retención aguda de orina, es decir, la ausencia brusca y completa de emisión de orina que se acompaña de un intenso dolor en la parte inferior del abdomen e imposibilidad para orinar. La retención urinaria puede favorecerse por el desarrollo de infecciones, la toma de alcohol o el consumo de antihistamínicos o tranquilizantes.

Todos estos síntomas locales pueden también aparecer en enfermedades benignas de la próstata como la hiperplasia benigna de próstata.

Generales. Se producen en fases avanzadas de la enfermedad, si bien a veces son la primera manifestación del cáncer. Consisten en la aparición de metástasis óseas por la extensión del tumor hacia los huesos. Las metástasis óseas producen dolores óseos, generalmente en la región lumbar, por afectación de las vértebras. De forma más infrecuente el cáncer de próstata puede producir metástasis en otras localizaciones.

En la actualidad, la mayoría de los casos de cáncer de próstata, se detecta en pacientes ASINTOMATICOS, es decir, en ausencia de los síntomas descritos arriba.

El tratamiento depende de la extensión del tumor y de las expectativas de vida del paciente por motivos distintos al cáncer de próstata. Debido a que es una enfermedad que afecta a personas de edad avanzada y que puede progresar de forma lenta, en muchas ocasiones puede no ser recomendable realizar tratamientos agresivos y simplemente se debe vigilar la evolución.

*.- La prostatectomía es una cirugía que se puede realizar de forma abierta, laparoscópica o robótica. Todas las técnicas producen la misma tasa de curación y tienen el mismo riesgo de complicaciones, con diferencias en el tiempo de hospitalización y volumen de sangrado.

*.- La radioterapia puede realizarse desde el exterior del cuerpo (radioterapia externa) o colocando implantes radioactivos en la propia próstata (braquiterapia). la braquiterapia, el dispositivo que emite la radiación puede ser de baja intensidad, en cuyo caso se coloca en el interior de la próstata y se deja de por vida perdiendo progresivamente intensidad, o de alta intensidad, en cuyo caso se coloca durante 1 o 2 días mientras se está ingresado en el hospital, y luego se retira.

*.- Radioterapia (externa o interna) asociada a tratamiento hormonal antiandrógenos.

*.- Prostatectomía radical junto a radioterapia posterior.

*.- Tumor con metástasis (estadio IV). Los tratamientos no son curativos, pero pueden controlar el crecimiento del cáncer durante periodos prolongados de tiempo, lo que reduce los síntomas y mejora la calidad de vida.

*.- Tratamiento hormonal antiandrogénico (anti hormonas sexuales masculinas). Suele ser el tratamiento inicialmente recomendado. Con este tratamiento se pretende reducir la producción de hormonas masculinas o bloquear sus efectos, para que el tumor no siga creciendo y disminuya de tamaño. Algunos médicos recomiendan iniciar este tratamiento en el momento que se descubran metástasis, y otros únicamente cuando las metástasis produzcan síntomas. Este tratamiento puede ser:

Con medicamentos. Se denomina castración química y pueden utilizarse:

Análogos de GnRh, como el procrin y el zoladex.

Hormonas sexuales femeninas.

Ketoconazol.

Mediante cirugía. Se realiza mediante la extirpación de ambos testículos (orquiectomía).

1.-American Cancer Society, 2017. Cancer facts and figures 2017. Available at: https://www.cancer.org/research/cancer-facts-statistics/all-cancer-facts-figures/ cancer-facts-figures-2017.html.

2.- Tsodikov A, Gulati R, de Carvalho TM, et al: Is prostate cancer different in black men? answers from 3 natural history models, Cancer 123(12):2312–2319, 2017a.

3.-Platz EA, Kulac I, Barber JR, et al: A prospective study of chronic inflammation in benign prostate tissue and risk of prostate cancer: linked PCPT and SELECT cohorts, Cancer Epidemiol Biomarkers Prev 26(10):1549–1557, 2017